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Baulas "INTERPRETADA"
Dr.
Freddy Pacheco
Catedrático UNA
Cual si se tratara de un juego infantil, una estimable diputada impulsa en la Asamblea Legislativa un risible proyecto de “interpretación auténtica” de la ley conque se creó el Parque Nacional Marino Las Baulas de Guanacaste. En vista de que el texto legal dice que, además de los 50 metros de playa se establece, a lo largo de unos 6 km costeros, una zona de protección que sigue “una línea imaginaria paralela a la costa, distante ciento veinticinco metros de la pleamar ordinaria AGUAS ADENTRO”, la legisladora pretende interpretar que donde dice “aguas adentro” se lea “tierra adentro”.
De aceptarse esa sui géneris “interpretación”, se estaría modificando el texto aprobado en 1995 e incorporando al área protegida, en forma innecesaria y carente de fundamento científico o técnico, terrenos de jurisdicción municipal donde, desde hace un tiempo, un organismo extranjero promotor de la privatización de los parques nacionales, promueve la compra de terrenos de propiedad privada.
Ante esa extraña iniciativa, el exdiputado Ing. Hernán Fournier se ha dirigido a la comisión legislativa en los siguientes términos: “Como legislador que jugara un papel importante durante el conocimiento y aprobación del proyecto de ley de creación del Parque Nacional Marino Las Baulas de Guanacaste, me sorprende que alguien considere pertinente y necesaria, una “interpretación auténtica” a parte del artículo 1 de una ley, correcta en su redacción, que no admite duda alguna del espíritu de los legisladores que la aprobáramos en forma unánime (Ley Nº7524)”. Y agrega: “ En virtud de que un proyecto de “Interpretación Auténtica” no conlleva modificación alguna en el texto de la ley vigente, no veo razón alguna que pudiere sustentar una intención siquiera de leer “125m tierra adentro” donde dice “125m aguas adentro” (¡o “desaplicar” esta última!) y mucho menos, si se le presta atención a lo aspectos señalados arriba, por lo que pueden tener certeza, los estimables señoras y señores diputados, de que ni se alteró maliciosamente el texto aprobado hace más de 11 años, ni tampoco se cometió un error con la aprobación de esa expresión, por lo que es de esperar que, de tomarse una resolución final, ésta reafirme la voluntad expresa del legislador y no vaya a erosionar un acto legislativo de la mayor importancia.”- “De esta manera, al protegerse la playa y el área marina, declarándoseles Parque Nacional Marino, se cumplió plenamente con los objetivos que sustentaron la creación de esta trascendental área de conservación, concordante con normas constitucionales, la legislación ambiental costarricense y los tratados internacionales sobre la materia”.
Así, aclarado el asunto de parte de quien sí puede aclararlo, es sorprendente que, en vez de recibirse con beneplácito un reglamento municipal que establece estrictas regulaciones (como parte de un proceso real de desarrollo sostenible) en una franja de terreno municipal de 200 metros de ancho, colindante al límite terrestre del Parque, se den acciones legales contra el gobierno local, como las presentadas por el privatizador “The Leatherback Trust” y otros. Acciones que comprometen al Estado costarricense en procesos de multimillonarias expropiaciones forzosas, que desconocen que las amenazas de extinción de las maravillosas tortugas baula provienen de la pesca irresponsable en altamar y no de desarrollos controlados que eventualmente pudieren darse a más de 100 m de los sitios de anidación.
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Las Cortinas de la Muerte
Dr.
Freddy Pacheco
Catedrático UNA
De una población mundial estimada de 115.000 tortugas baulas hembras (en 1982) para 1996 el número había caído dramáticamente a 34.500, nos dice la Organización Wildaid. Pero aún hay más de qué preocuparnos. Según varios destacados autores (Revista Nature, junio del 2000) las tortugas baulas del Océano Pacífico "se encuentran al borde de la extinción". Y agregan: "La población de baulas en el Pacífico Oriental, que anida en las costas de Costa Rica, Nicaragua, Panamá y México, disminuyó de 91.000 hembras adultas en 1980 a sólo 1.690 en 1999". En concordancia con esos datos, sólo 69 tortugas baulas llegaron a desovar a las playas del Parque Nacional Marino Las Baulas en la última temporada, cuando hasta hace unos diez años la cifra era de unas 1.400.
Pero, ¿cuál es la razón de tal desastre ambiental?, se preguntarán ustedes. ¿Cómo es posible que pese a la protección de sus sitios de anidación, se esté presentando esta lamentable situación? ¿Qué más se puede hacer para salvarlas de la extinción?
Los autores de dichos estudios (Spotila, Reina, Steyermark...) concluyen que en el Pacífico su disminución está asociada fuertemente a la mortalidad que se presenta en la pesquerías que usan las llamadas "longlines" (líneas con anzuelos de hasta 100 kilómetros de longitud). Coincidentemente con ellos, la Austalian Marine Conservation Society divulgó en 1999 un artículo donde indica que a partir de 1984 se ha venido produciendo una disminución de un 22,7% anual de la población que anida en las playas del Pacífico mexicano, donde menos de 100 tortugas anidaron en 1996. Y así, al indagar sobre las posibles causas de tal disminución (obviamente relacionada con algún hecho brutalmente dañino) encontraron que estas tenían relación directa con la industria pesquera que usa "longlines" y trasmallos ("gillnets") en el Pacífico chileno y peruano. Según sus estimaciones, los pescadores de pez espada de ambos países sudamericanos (que usan "gillnets") podrían haber sacrificado más de 3.600 tortugas al año; para entonces no habían estimado las muertes provocadas por la creciente flota que ahora utiliza "longlines" en aguas de Chile y Perú. Tampoco en Costa Rica se ha hecho esa estimación...
Pero eso no es todo. Las baulas también son eliminadas por los pescadores de atún y calamar del Pacífico Norte. Sólo en la temporada 90-91 se capturaron más de 1.000 tortugas, aunque no se ha logrado saber cuántas más mueren después de que, lesionadas, logran escapar de las redes de pesca.
Está así documentada la razón principal de la drástica y alarmante disminución de la población de tortugas baulas del Pacífico: la pesca incidental asociada a las grandes flotas pesqueras que indiscriminadamente arrasan con todo lo que se mueve en las aguas de ese gran océano. Hacia Chile y Perú habría que dirigir los mayores esfuerzos en pro de su conservación pues los pescadores de pez espada (especialmente) matan miles de tortugas al año, según datos que confirmara independientemente de los estudios anteriores otros autores (por ejemplo, Eckert).
Un estudio hecho para la California Seafood Council en 1999 (por el Dr. Benny Gallaway) podría ser de gran utilidad en ese esfuerzo internacional que urge implementar. En resumen consiste en examinar cuidadosamente los patrones temporales y espaciales que sigue la actividad pesquera, para así tomar decisiones proteccionistas fundamentadas en los patrones temporales y espaciales que caracterizan los movimientos de la población de baulas en las áreas en que se da una intensa actividad pesquera. El éxito alcanzado en las regiones marítimas cercanas a las costas de California y Oregón para sus baulas es altamente significativo.
Ya se han dado algunos primeros pasos en ese sentido. En agosto de 1002, unas 75 organizaciones no-gubernamentales preocupadas por el destino de los océanos, se manifestaron a favor de una moratoria en contra de las pesquerías que usan las destructivas "longlines" y "gillnets" en el Océano Pacífico. En su comunicado destacan el hecho de que la tortuga baula se encuentra en la cima de las especies llevadas al borde de su extinción por esas pesquerías. Según sus datos de las 91.000 tortugas existentes en 1980 quedaban menos de 5.000 en 2002. Y agregan: "Destacados científicos previenen en el sentido de que si no se dan pasos inmediatos y significativos, la tortuga baula, que ha nadado los océanos desde el tiempo de los dinosaurios, hace 100 millones de años, se extinguirán muy pronto". Su llamado en pro de una moratoria (dirigido a las Naciones Unidas, los EEUU y otras naciones) pretende no sólo salvaguardar la población de baulas, sino también favorecer a los pescadores artesanales y otros pequeños pescadores que buscan su subsistencia en la pesca. Creemos que la voz de alerta, suscrita por representantes de organizaciones de EEUU, India, Chile, México, Irlanda, Reino Unido, Argentina, Zimbabwe, Fiji, Indonesia, Alemania, UICN y Costa Rica, ha de ser acogida por las autoridades gubernamentales correspondientes.
En fin, ya se conoce cuál es la causa principal de la desaparición de las miles de tortugas que antes recorrían el vasto Océano Pacífico y que desde tiempos desconocidos optaran por visitar las playas de Costa Rica para dejar sus valiosos huevos: las "Cortinas de la Muerte" ("longlines" y gillnets") cargadas de anzuelos y trampas asesinas que se atraviesan en sus rutas migratorias.
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Baulas Manoseadas
Dr.
Freddy Pacheco
Catedrático UNA
La desfachatez no parece tener límite entre la servidumbre que sirve a “The Leatherback Trust” y a “Conservación Internacional” (CI) en sus maniobras relacionadas con las tortugas baula de Costa Rica. Ahora resulta que, a partir de una colecta de firmas en un simposio en Estados Unidos (para un documento escrito ¡en español!) pretenden sorprender al señor Presidente con una serie de afirmaciones sin fundamento e inexactas, cual sin don Oscar Arias fuera uno de esos jóvenes que firmaron sin saber que suscribían.
Y es que los que una vez financiaron o redactaron un proyecto de ley donde con tranquilidad pasmosa traspasaban la administración del “Parque Nacional Marino Las Baulas de Guanacaste” a un ente privado, ahora se presentan como defensores de las baulas. También fueron los mismos que financiaron o redactaron otro proyecto de ley que buscaba la privatización del sistema nacional de parques nacionales convirtiéndolo en una “sociedad anónima”. Proyecto que le hubiera arrebatado a los costarricenses alrededor del 30% del más valioso territorio nacional. .
Frustrados por los anotados fracasos, ahora le mienten al Poder Ejecutivo diciendo que se planea un desarrollo en sus playas de anidación que amenaza “la integridad ecológica del Parque”, para tratar de comprometer al Estado en el proceso de expropiaciones forzosas de una vasta área colindante al parque marino que NO forma parte de éste. Y lo hacen adelantándose al proyecto de ley de interpretación auténtica de la diputada Maureen Ballestero que pretende que se lea “125 m tierra adentro” donde la ley de creación del Parque dice “125 m aguas adentro”. Quedando esto muy claro cuando estos “costarricenses” (¿”Conservación Internacional”, “The Leatherback Trust”, “Critical Ecosystems Partnership Fund”, “Peace with Nature, “International Student Volunteers, Inc.”?) omiten maliciosamente la expresión “aguas adentro” en sus comunicados.
Para lograr tan insólito objetivo, se refieren al reglamento de Zonificación” de la Municipalidad de Santa Cruz (elaborado con la asesoría de profesionales de la Universidad Nacional coordinados por este servidor) presentándolo como el “autoproclamado plan de zonificación sostenible…” - Reglamento que complementa la protección al hábitat de anidación de las pocas baulas que, luego de superar la matanza que sufren en altamar, todavía llegan, como heroínas silenciosas, a desovar a las playas Grande, Langosta y Ventanas. Reglamento que impone estrictas normas de desarrollo (¡fuera del Parque!) según un modelo de baja densidad y control de posibles contaminantes, entre otros, que marca un hito en los esfuerzos de conservación de las playas de anidación. Pero también, Reglamento que, al aplicarse en una franja terrestre de administración municipal de 200m de ancho, medidos a partir del límite de los 50m del Parque Nacional Marino, erosiona el modus vivendi de los que insisten (sin fundamentos ambientales) en las expropiaciones innecesarias.
Si en alguna oportunidad alguien se extralimitó diciendo que se podía “desaplicar” un párrafo de la ley de 1995 que crea el Parque Marino, eso no es culpa de la Municipalidad. Y si en otra oportunidad, alguien pensó que se podía seguir con el telele irresponsable de las expropiaciones de las propiedades vecinas al Parque, pese a que los mismos profesionales extranjeros del “Trust” han reconocido que aún protegiendo completamente las playas, nadie podrá evitar la extinción de las baulas (debido a la pesca irresponsable) eso es música de otro quijongo.
De esta manera, pretenden enredar (con su ¿“Red Nacional”?) a la ciudadanía hablando de las áreas fuera del Parque cual si fueren parte del mismo. Objetivo que creemos jamás alcanzarán ante la información veraz que vislumbra por dónde va la procesión y quién la orienta.
Lo cierto es que la supervivencia de las tortugas baula NO está en nuestras manos. Como le pidieron a don Abel Pacheco cientos de participantes en el “XXIV Simposio de Tortugas Marinas”, se esperaba que Costa Rica liderara “el movimiento internacional dirigido al establecimiento de una moratoria en el uso de artes de pesca que están matando a las tortugas baula”. Manifiesto –en inglés y español- que don Oscar puede encontrar en los archivos de la Presidencia (recibido el 5.3.04) y que, paradójicamente, fuere desdeñado por el ex ministro del Ambiente Carlos Manuel Rodríguez que, ahora desde la cuestionada “Conservación Internacional”, patrocina la “movida” que hoy nos ocupa.
Finalmente, reiteramos la necesidad de proteger los sitios en que anidan y nacen las tortugas, así como, también, rechazamos firmemente la realización de “experimentos” como los realizados por gente del “Trust” en que se ¡decapitaron! cientos de tortuguitas recién nacidas en el mismo Parque Nacional (Copeia. 1998. p.291) y que hasta hoy, no ha merecido la atención de Pretoma ni la investigación de oficio que demanda la ley.
fpacheco@una.ac.cr
Marzo del 2007
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TROTANDO MUNDOS
Lic. Humberto Pacheco
Hemos sido partícipes de que nuestro país sea un líder en materia ambiental. Más aún, objetamos la cacería y la pesca deportiva y sólo le atribuimos mérito a estas actividades cuando se hacen estrictamente para alimentación. Pero no podemos, tras el escudo ambiental, cohonestar atropellos. Ya en el pasado el país se demérito con unas expropiaciones motivadas, sí hemos de creer en lo que dijeron los políticos de entonces, por el deseo de crear o aumentar los parques nacionales.
La situación de injusticia que se le planteó a los propietarios al no indemnizarlos antes de expropiarlos —como lo manda claramente la Constitución Política— y además limitarles el ejercicio de sus derechos, incluso puso en peligro las unilaterales y graciosas concesiones de la Iniciativa de la Cuenca del Caribe (que por unilaterales nos las pueden cancelar en cualquier momento).
Tras años de atropellos, esas vergonzosas situaciones se fueron resolviendo, no como debió ser, pero al menos lo suficientemente como para rescatar la justicia. Pero ahora vuelven a renacer esas vejaciones apoyándose en la fuerza de quienes se sienten autorizados a violar los derechos de los individuos por un bien mayor (suena a matón jurídico). En la zona entre Tamarindo y Ventanas, una ley para la protección de las baulas da facultades al Estado para expropiar a muchas personas, no obstante aclarando que mientras no los expropien “…gozarán del ejercicio pleno de los atributos del dominio”. Sin embargo, sin más ni más ya les están parando a los dueños todo derecho a dar mantenimiento a sus propiedades en vista de una futura expropiación que se va a dar suponemos que cuando haya dinero o la voluntad de procesar el asunto jurídicamente.
A esto agreguémosle que ya se nos anunció en la prensa que alguien se había encontrado un vejestorio de ley, de la que nadie se acordaba que existía, y con base en ésta algunas autoridades se aprestan a dar rienda suelta a otra serie de expropiaciones que sólo acrecentarán el desprestigio jurídico del país y la injusticia. Es la destrucción gradual y bien planificada de un sistema democrático de propiedad que ha beneficiado a nuestro país por muchas generaciones, dándole sustento a una gran sociedad propietaria que no existe en otros países de la América Latina.
Volviendo al caso de las baulas, es propio aclarar que se gestó en la administración anterior, pero a la ley eso no le interesa y lo cierto es que la ley obliga a todos los gobiernos por igual. Sí esto no se puede parar, lo que sí se debe detener es la intransigencia de las autoridades negándole sus derechos a los propietarios, quienes no son culpables de que la expropiación no se dé con suficiente velocidad y eficiencia ó que las improvisadas ideas no vengan acompañadas de un plan serio de compensación.
En otro contexto, cerramos transcribiendo un atinado comentario de don Mario Leyton, muy apropiado para describir la barbarie legislativa que un partido minoritario, apoyado por un diputado no pensante, está patrocinando:
“Mientras tanto el tiempo, implacable, sigue su marcha sin que la Agenda de Implementación del TLC (unos 12 proyectos de ley) avance ni un milímetro; todo lo contrario, esta semana los diputados del PAC trataron sin éxito de paralizar por completo la tramitación del Proyecto de apertura del mercado de los seguros (parte de esa Agenda) ya que consideran que mientras no se resuelva el Referéndum, estos proyectos deben “congelarse”, aunque algunos le habíamos entendido a don Ottón lo contrario.
Definitivamente esta semana legislativa ha hecho que a este comentario le sobre espacio en blanco, debido a esta especie de artritis parlamentaria”.
Es necesaria una mayor responsabilidad legislativa.
vikocr@racsa.co.cr
http://www.larepublica.net/app/cms/www/index.php?pk_articulo=1069
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